En el Museo Fowler de la Universidad de California,"Peregrino Transcultural, Tres décadas de creación de José Bedia", confronta la obra del artista desde un ángulo inédito, que funde sus practices creativas y espirituales en un todo único. Las curadoras Judith Bettelheim y Janet Catherine Berlo, conversan conCuban Art News sobre la muestra, Bedia y su posición en el arte contemporáneo.
Para organizar la muestra, la primera decision fue hacerla “absolutamente temática” según Bettelheim. El reto estuvo en “imaginar cuantas peregrinaciones podrían ser incluídas, y cuántas piezas disponibles. Nadie guarda una estadística confiable de las obras del cubano. Y él realiza tantas exposiciones en Europa, EEUU y América Latina”.
La exposición se inicia con una sección “Cuba y el Palo Monte”, la religion afrocubana en la que Bedia fuese iniciado en 1983 y de la cual es un consumado practicante. La segunda sección “Las Américas”, enfoca la experiencia de Bedia con las naciones Lakotas del Medio Este, y festivals de Semana Santa en villas de México occidental, y shamans del Perú. También incluye “Héroes populares y revolucionarios”, sección dedicada a figures históricas del Caribe que Bedia admira, como Quintín Banderas y Andrés Petit de Cuba, Papa Liborio de República Dominicana. El último acápite, ”Regreso a África”, recoge sus viajes a áfrica Central, especialmente Zambia.
La propia colección etnográfica de Bedia es intrínseca a su trabajo, explica Bettelheim, “de manera que en la exposición misma colocamos objetos que denominamos ¨momentos de inspiración”. Para cada peregrinaje, hemos seleccionado objetos de su casa en Miami y los hemos colocado dentro de la narrativa de la muestra.” Para ella, esta es una de las razones por la que el museo Fowler –con una vision etnográfica e interés en el arte contemporáneo- es un excelente espacio para la muestra. “No creo que muchos museos contemporáneos hubiesen permitido ésto”- añade.
Para Berlo, el título de la muestra es preciso. “Bedia es un practicante religioso, de manera que el término peregrino está usado no solo en sentido metafórico sino también literal. En los últimos tiempos, mucho se ha hablado en el mundo del arte actual acerca de cosmopolitanismo, trasnacionalismo, etc. Estas nociones han sido esenciales para él, de manera que pretendemos llamar la atención del público sobre ellas. Pero en el arte contemporáneo existe timidez, casi verguenza, en mezclarse demasiado con la religion. Así que pensamos que colocar juntos estos conceptos, provocaría una fricción interesan- te”
Mientras la exhibición se enfoca hacia el arte y las experiencias espirituales de Bedia, el libro que la acompaña intenta colocarlo en el contexto del arte contemporáneo. “Janet y yo creemos que ha sido dejado fuera de un discurso artístico más amplio”- explica Bettelheim- “especialmente relacionado con la globalización. Una se pregunta por qué el nombre de Bedia no aparece. O si lo hace, es asociado incorrectamente con el primitivismo. De manera que intentamos establecer un diálogo entre él y el arte actual”.
Para ambas curadoras, el cosmopolitismo de Bedia difiere de la version al uso del término. “Qué significan cosmopolitismo o globalización” pregunta Bettelheim. “Bienales, e ir de Nueva York a París o de Guangjú a Dakar? O ir al desierto de Sonora, Zambia o Dakota del Sur? Proponemos otra manera de mirar la globalización, donde los ejes no sean los centros metropolitanos sino las areas rurales donde las personas se conectan. Así, usan el concepto “cosmpolitismo vernáculo” para describer la aproximación de Bedia porque-explica Berlo- “a cualquier lugar que visita, él busca sus equivalentes religiosos y artísticos, no en las ciudades sino en las áreas rurales”.
Lo que separa a Bedia como creador contemporáneo- expresa Berlo- es su conocimiento enciclopédico de las artes en África y América. “Es un segundo idioma para él” añade. “Desde los años 60, hemos visto a numerosos artistas que se han asomado al mundo tribal con escaso conocimiento, y han producido una relación superficial con tales culturas. Alguien como Joseph Beuys, por ejemplo” y Berlo sonríe. “No me hagas hablar de Beuys. Pero es el típico irrespeto que el mundo etnográfico obtiene del arte contemporáneo, puramente superficial. Por eso fue tan excitante, para Judith y yo, encontrar alguien tan conocedor de estas culturas como Bedia. Ellas le insuflan dinámica a su arte”.
“Peregrino Transcultural” estará en el Fowler hasta Enero 8. En la primavera abrirá en Miami Art Museum, “creo en mayo 15”, dice Bettelheim. “Y estará por largo tiempo, es la última exhibición en el viejo edificio mientras acondicionan el nuevo”.
Interrogada sobre la colaboración entre “las tres J”, como se han llamado ellas mismas, Berlo responde inmediatamente: Fue una delicia. José realmente apreciaba que Judith y yo habláramos en sus propios términos de las imágenes que usa, que frecuentemente debe explicar al público. Así vimos lo que crea, y las similaridades entre su coleccionismo, los lugares que visita y lo que incluye en sus obras. Fue una colaboración increíble”.
Para organizar la muestra, la primera decision fue hacerla “absolutamente temática” según Bettelheim. El reto estuvo en “imaginar cuantas peregrinaciones podrían ser incluídas, y cuántas piezas disponibles. Nadie guarda una estadística confiable de las obras del cubano. Y él realiza tantas exposiciones en Europa, EEUU y América Latina”.
La exposición se inicia con una sección “Cuba y el Palo Monte”, la religion afrocubana en la que Bedia fuese iniciado en 1983 y de la cual es un consumado practicante. La segunda sección “Las Américas”, enfoca la experiencia de Bedia con las naciones Lakotas del Medio Este, y festivals de Semana Santa en villas de México occidental, y shamans del Perú. También incluye “Héroes populares y revolucionarios”, sección dedicada a figures históricas del Caribe que Bedia admira, como Quintín Banderas y Andrés Petit de Cuba, Papa Liborio de República Dominicana. El último acápite, ”Regreso a África”, recoge sus viajes a áfrica Central, especialmente Zambia.
La propia colección etnográfica de Bedia es intrínseca a su trabajo, explica Bettelheim, “de manera que en la exposición misma colocamos objetos que denominamos ¨momentos de inspiración”. Para cada peregrinaje, hemos seleccionado objetos de su casa en Miami y los hemos colocado dentro de la narrativa de la muestra.” Para ella, esta es una de las razones por la que el museo Fowler –con una vision etnográfica e interés en el arte contemporáneo- es un excelente espacio para la muestra. “No creo que muchos museos contemporáneos hubiesen permitido ésto”- añade.
Para Berlo, el título de la muestra es preciso. “Bedia es un practicante religioso, de manera que el término peregrino está usado no solo en sentido metafórico sino también literal. En los últimos tiempos, mucho se ha hablado en el mundo del arte actual acerca de cosmopolitanismo, trasnacionalismo, etc. Estas nociones han sido esenciales para él, de manera que pretendemos llamar la atención del público sobre ellas. Pero en el arte contemporáneo existe timidez, casi verguenza, en mezclarse demasiado con la religion. Así que pensamos que colocar juntos estos conceptos, provocaría una fricción interesan- te”
Mientras la exhibición se enfoca hacia el arte y las experiencias espirituales de Bedia, el libro que la acompaña intenta colocarlo en el contexto del arte contemporáneo. “Janet y yo creemos que ha sido dejado fuera de un discurso artístico más amplio”- explica Bettelheim- “especialmente relacionado con la globalización. Una se pregunta por qué el nombre de Bedia no aparece. O si lo hace, es asociado incorrectamente con el primitivismo. De manera que intentamos establecer un diálogo entre él y el arte actual”.
Para ambas curadoras, el cosmopolitismo de Bedia difiere de la version al uso del término. “Qué significan cosmopolitismo o globalización” pregunta Bettelheim. “Bienales, e ir de Nueva York a París o de Guangjú a Dakar? O ir al desierto de Sonora, Zambia o Dakota del Sur? Proponemos otra manera de mirar la globalización, donde los ejes no sean los centros metropolitanos sino las areas rurales donde las personas se conectan. Así, usan el concepto “cosmpolitismo vernáculo” para describer la aproximación de Bedia porque-explica Berlo- “a cualquier lugar que visita, él busca sus equivalentes religiosos y artísticos, no en las ciudades sino en las áreas rurales”.
Lo que separa a Bedia como creador contemporáneo- expresa Berlo- es su conocimiento enciclopédico de las artes en África y América. “Es un segundo idioma para él” añade. “Desde los años 60, hemos visto a numerosos artistas que se han asomado al mundo tribal con escaso conocimiento, y han producido una relación superficial con tales culturas. Alguien como Joseph Beuys, por ejemplo” y Berlo sonríe. “No me hagas hablar de Beuys. Pero es el típico irrespeto que el mundo etnográfico obtiene del arte contemporáneo, puramente superficial. Por eso fue tan excitante, para Judith y yo, encontrar alguien tan conocedor de estas culturas como Bedia. Ellas le insuflan dinámica a su arte”.
“Peregrino Transcultural” estará en el Fowler hasta Enero 8. En la primavera abrirá en Miami Art Museum, “creo en mayo 15”, dice Bettelheim. “Y estará por largo tiempo, es la última exhibición en el viejo edificio mientras acondicionan el nuevo”.
Interrogada sobre la colaboración entre “las tres J”, como se han llamado ellas mismas, Berlo responde inmediatamente: Fue una delicia. José realmente apreciaba que Judith y yo habláramos en sus propios términos de las imágenes que usa, que frecuentemente debe explicar al público. Así vimos lo que crea, y las similaridades entre su coleccionismo, los lugares que visita y lo que incluye en sus obras. Fue una colaboración increíble”.
[From Cuban Art News]
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